"Hartas de que otros decidan por ellas, pretenden legalizar y dejar constancia de que su cuerpo es suyo y nadie debe impedir ni condicionar su toma de decisiones", explica la artista Yolanda Domínguez, promotora de la protesta.
La acción se ha desarrollado simultaneamente en Bilbao, Madrid, Sevilla, Barcelona y Zaragoza para denunciar la "expropiación" que se hace del cuerpo de la mujer.
Actualización: El registro estudia la vía para que las mujeres inscriban la propiedad de su cuerpo
 Las oficinas del Registro de la Propiedad de Bilbao han recibido de 
golpe 40 solicitudes un tanto curiosas. Tantas como mujeres se han 
acercado con el objetivo de registrar sus cuerpos como protesta por la 
"expropación" que continuamente sufren las mujeres de sus propios 
cuerpos.
 La acción, idea de la artista y activista madrileña  Yolanda Domínguez,
 se ha desarrollado simultáneamente en otras cuatro ciudades: Madrid, 
Sevilla, Barcelona y Zaragoza. Domínguez persigue hacer visible el 
conflicto de autoridad sobre el cuerpo de la mujer con esta acción 
simbólica en la que "un grupo de mujeres acuden al Registro de la 
Propiedad de los Ayuntamientos de varias ciudades, para registrar el 
derecho a la posesión y libre uso de su propio cuerpo. Con el impreso 
oficial de bienes muebles y hartas de que otros decidan por ellas, 
pretenden legalizar y dejar constancia de que su cuerpo es suyo y nadie 
debe impedir ni condicionar su toma de decisiones".
 En Bilbao el acto de denuncia ha estado coordinado por la plataforma  'Asociación Mujeres imperfectas',
 una plataforma que nació en 2007 en la capital vizcaína para promover 
una actividad que cuestione el modelo de perfección que se trata de 
imponer a las mujeres desde diferentes sectores. "Hemos acudido 40 
mujeres", relata May Serrano, miembro de la asociación, "cada una con 
nuestro papel con la solicitud de certificación", dice. Tras la primera 
reacción de sorpresa por parte de los trabajadores han conseguido que 
den entrada a sus solicitudes. Pero el proceso se ha truncado cuando el 
documento ha llegado a manos del registrador de la propiedad. "Nos han 
explicado que no cumplimos los requisitos necesarios y no se ha 
practicado ningún registro", ha explicado la activista.
 De todas maneras el objetivo se ha cumplido. "Tratabamos de visibilizar
 que continuamente nos están expropiando nuestros cuerpos, en el marco 
de la reforma de la ley del aborto, pero también dentro del marco 
absoluto de la sociedad", ha denunciado Serrano. Porque tal y como 
explica la activista "a las dificultades para construir libremente 
nuestra identidad y nuestro cuerpo se suma un anteproyecto de Ley del 
Aborto presentado por el ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallardón que
 pretende limitar la capacidad para tomar decisiones con respecto a la 
maternidad y nuestra propia moral".
vía  www.eldiario.es
 
