miércoles, 31 de agosto de 2011
Concentración Contra la Violencia de Género/ Genero biolentziaren aurkako elkarretaratzeak
viernes, 26 de agosto de 2011
Eman zure botua San Fausto 2011 jaietako kartel lehiaketan “JAIAK PAREKIDEEN ALDE"
Participa en la votación del Concurso de Carteles de Fiestas de San Fausto 2011
Os animamos a votar el cartel de las fiestas de Durango titulado “POR UNAS FIESTAS IGUALITARIAS” en el que solo aparece una boina simulando el punto lila de la campaña contra la violencia sexista, tenemos hasta el 31 de agosto.
Eman zure botua San Fausto 2011 jaietako kartel lehiaketan “Jai parekideen alde ”, abustuaren 31ra arte.
Eman botua
jueves, 25 de agosto de 2011
MAPA DE LA VEGÜENZA 2011
| Agresiones a mujeres | Mujeres asesinadas |
violencia contra las mujeres - titulares 2011 el correo
miércoles, 24 de agosto de 2011
Emakunde busca implicar a los hombres en la lucha por la igualdad
En el marco de Gizonduz, se puso en marcha en 2009 un Programa de Sensibilización y Formación dirigido fundamentalmente a hombres, bajo la premisa de que la sensibilización y la formación son claves para el cambio de mentalidad de cara al avance en el cambio de modelos socioculturales imperantes. El estudio que ahora se publica está compuesto por las aportaciones de especialistas en masculinidad de cara a crear una base teórica para estos cursos de formación y sensibilización que han tenido muy buena acogida. En sus dos primeras ediciones de 2009 y 2010 han sido más de 3.000 personas, de ellas un 55 por ciento hombres, las que han participado en los distintos cursos organizados.
El próximo 15 de septiembre concluye el plazo para apuntarse a la segunda edición del curso on-line gratuito de 60 horas sobre hombres, igualdad y masculinidades que organiza Emakunde. En este curso on-line se reflexionará sobre cómo se construyen las identidades de los hombres y las mujeres y qué papel juegan en nuestra socialización los roles y estereotipos de género sobre los que se sustenta la situación estructural de subordinación de las mujeres en los diferentes ámbitos de la vida. Se revisarán, además, los modelos masculinos tradicionales y se analizarán los nuevos, haciendo hincapié en el papel que la legitimación de la violencia juega en la construcción de las identidades masculinas.
Asimismo, se reflexionará sobre el papel que tiene el cuidado de las demás personas y de uno mismo en las vidas de los hombres y sobre su implicación en las labores domésticas, así como el papel que el amor romántico juega en la construcción de las relaciones desiguales entre los hombres y las mujeres.
El curso, que tiene plazas limitadas, tiene una duración de 3 meses, del 21 de septiembre al 21 de diciembre, y, una vez finalizado y habiendo superado los objetivos mínimos establecidos, Emakunde ofrecerá un certificado acreditativo.
El asesinato de Deisy vuelve a cuestionar la eficacia de las órdenes de alejamiento
Gobierno vasco y jueces piden más implicación social mientras les llueven críticas por no haber evitado el crimen
Deisy se armó de valor y denunció a Héctor tras dos décadas de matrimonio porque estaba harta de sus golpes. El juez consideró que había riesgos y dictó una orden de alejamiento contra él que fue efectiva a partir del 1 de junio. Y el lunes, hace dos días, y pese a esa medida de protección, la mató.
- Es evidente que algo no funciona. ¿Qué ha fallado?
- Durante los últimos meses no se tuvo conocimiento de que hubiese habido ni quebrantamiento de la orden de alejamiento ni de ninguna otra circunstancia más allá de la que en su día le llevó a ella a interponer la denuncia -aclara Mariola Serrano, directora de la Oficina de Atención a la Violencia de Género del Gobierno vasco-. La valoración del riesgo es dinámica, no estática. Es decir, se toman medidas de protección en un determinado momento que son adecuadas en función de las circunstancias de ese momento. Y no había constancia de que hubiese habido más incidentes desde entonces.
Sí los había habido. Héctor, de 38 años y conocido como 'Cara Quemada', había dicho a algún vecino «ya no me quiere, la tengo que matar», tras haber solicitado ella el divorcio veinte años después de haberse casado en Ecuador, país del que ambos eran originarios. La vigilaba desde los bares o oculto tras una esquina. Caminaba por su calle de madrugada. Ahora es fácil proclamar que la tragedia se venía venir. Anteayer esperó a que los tres hijos del matrimonio, de entre 11 y 17 años, estuvieran fuera de casa, situada en la céntrica calle Fernández del Campo, en Bilbao. Y mató a Deisy, de 36 años, tras asestarle media docena de puñaladas.
La Ertzaintza dijo ayer que no tenía conocimiento alguno del obsesivo hostigamiento al que Héctor estaba sometiendo a su ex esposa. Y desde la oficina de atención a las víctimas también aseguran que, pese a las entrevistas telefónicas y presenciales que habían tenido con Deisy de manera regular, la mujer no había denunciado el acoso al que estaba siendo expuesta.
Por eso, tanto Serrano como el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, pidieron que tanto las mujeres afectadas como su entorno (familia, amigos, vecinos) denuncien el quebrantamiento de las órdenes de alejamiento. «No es posible que la autoridad judicial o policial pueda actuar sin conocer que ha habido un quebrantamiento, y sólo puede conocerlo si los que nos sentimos solidarios con las mujeres víctimas reaccionamos de manera positiva y nos comprometemos a denunciar».
Investigación «a fondo»
Cuando algunos vecinos conocieron el llamamiento se sintieron, de algún modo, agredidos. «¿Cómo iba a saber yo que había una orden de alejamiento? No es algo que nadie vaya anunciando por ahí. De haberlo sabido, naturalmente que hubiese denunciado. Parece que nos están cargando con una responsabilidad que no han tenido ni los jueces ni la Policía», condenaba un residente en el mismo edificio donde se produjo el crimen.
Igual de directo fue el portavoz de Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao, José María Azkuenaga, quien reclamó una investigación «a fondo» para «depurar responsabilidades» por los posibles «fallos» cometidos en el cumplimiento del protocolo de atención a la víctima.
La presidenta de la Asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz, también es crítica. «La mujer se juega la vida por el mero hecho de denunciar y a partir de ese momento Gobierno, servicios sociales, Ertzaintza... la Administración en general, deberían poner todos los medios para protegerla». A su juicio, «un papel en el que se recoge el auto judicial de protección no es suficiente» si no va acompañado de otras medidas.
¿Cuáles? Por ejemplo, escoltas. Aunque en Euskadi sólo 46 mujeres son protegidas por guardaespaldas, de las más de 4.000 que cada año denuncian ser víctimas de violencia machista. También están los localizadores de proximidad GPS, que detectan cuando el agresor se acerca a su ex pareja. «Llevamos meses trabajando con la Fiscalía para impulsar estos dispositivos», señala Mariola Serrano. Ahora, hay veinte funcionando en Euskadi.
De manera paralela, desde el Gobierno vasco ya han anunciado también que se disponen a revisar los procedimientos de medición de riesgos para intentar evitar más crímenes machistas. En realidad «trabajamos constantemente en la revisión de los procedimientos», proclama Mariola Serrano, y ello les llevó el año pasado a ofrecer escolta a todas las maltratadas en riesgo extremo. Además, no descartan explorar la posibilidad de someter a un control al agresor «dentro de los límites legales». Un asunto peliagudo porque, en principio, supone una restricción de derechos que sólo a un juez le corresponde determinar.
Y a finales de año se incorporará un GPS a los teléfonos 'bortxa'. Sirven para poner en contacto directo a la mujer maltratada con la Ertzaintza. Deisy tenía uno.
Un hombre mata a su expareja de varias cuchilladas en Bilbao
Héctor llevaba semanas «vigilando los movimientos» de Deisy, que le había «denunciado por malos tratos» Madre de tres hijos, ella le dejó harta de sus «infidelidades» y de los «golpes» que le propinaba
«Ya no me quiere y la tengo que matar». Héctor Melecio Reyna llevaba tiempo avisando de sus intenciones a todo aquel que quisiese escucharle. Algunos vecinos no le daban demasiado crédito. Pensaban que sólo era la reacción de un hombre al que Deisy, su mujer, acababa de dejar, harta de sus «continuas infidelidades». A los que conocían mejor a la pareja, en cambio, aquellas amenazas les producían escalofríos porque sabían que tarde o temprano podrían convertirse en realidad. Y los hechos, desgraciadamente, les terminaron dando la razón.
Héctor, de 38 años, aprovechó ayer un momento en el que los tres hijos del matrimonio estaban fuera del domicilio familiar, situado en la céntrica calle Fernández del Campo, en Bilbao, para asesinar de varias puñaladas a Deisy Mendoza, de 36, a la que venía «vigilando desde hacía unas semanas». «Las autoridades no le pusieron protección a pesar de que ella ya le había denunciado por golpearla en otras ocasiones. Tenía una orden de alejamiento, pero ya ves para lo que ha servido», denunció Betty Freire, una amiga íntima de la víctima.
Originaria de la localidad ecuatoriana de Manta, la pareja se casó hace «casi 20 años». Llegaron a España buscando un «futuro mejor» y, tras una breve estancia en Madrid, se asentaron en Bilbao hace unos 8 años. Primero llegaron ellos y después, cuando consiguieron asentarse, consiguieron traer a sus hijos: Alejandra, Joan y Angie, de edades comprendidas entre los 17 y los 11 años. Conocido en la zona como 'Cara Quemada', Héctor trabajó en el sector de la construcción hasta hace unos meses, cuando cayó en el paro. Uno de los últimos trabajos que le recuerdan sus conocidos son unas obras en el mercado de La Ribera. Ella se ganaba la vida en el servicio doméstico y, además de pagar el alquiler del piso y los gastos de sus hijos, enviaba dinero puntualmente a su país para ayudar a sus padres.
Salía con «varias chicas»
Sus allegados aseguran que los problemas de la pareja empezaron hace años y que él la maltrataba con relativa frecuencia. También señalan que apenas salían juntos a ningún sitio y que Héctor «no tenía reparos» en dejarse ver en discotecas de la capital vizcaína con «distintas chicas». Una versión que corroboran clientes del restaurante Amazonas, donde el presunto asesino solía acudir a comer y a tomar alguna copa, a escasos metros del lugar del crimen. «Siempre quería llevar la voz de mando y no le importaba lo que ella pensase o que le pidiese que dejase de verse con mujeres», explican las mismas fuentes.
El comportamiento de Héctor empezó a cambiar hace unos seis meses, cuando Deisy se cansó y pidió el divorcio. Aquella decisión coincidió en el tiempo con una nueva agresión que llevó a la víctima a denunciarle ante la Policía. Según explican sus amigos, las autoridades decretaron una «orden de alejamiento» que el presunto asesino «incumplía» con frecuencia.
Héctor comenzó a «vigilar los movimientos» de su expareja. Según explica Asif, el responsable de un kebab cercano, durante las últimas semanas le veían como se «escondía en los bares», en las esquinas de las calle y hasta en un andamio cercano para ver a dónde se dirigía Deisy.
«Venía al bar y me decía que estaba solo porque su mujer le había echado de casa. Me decía también que era culpa suya y que iba a hacer una locura», añade Asif, que llegó a tener una fuerte discusión con Héctor porque no quería que se escondiese en su establecimiento. La explicación que le dio a Fernando en plena calle, hace apenas una semana, fue más explícita: «La voy a matar porque ya no me quiere. Yo no le presté mucha importancia porque estaba algo 'tomado' y apenas le conocía», relata este vecino.
Cuchillo jamonero
Finalmente, Héctor cumplió ayer sus peores amenazas. Sobre las cuatro de la tarde, aprovechó que sus hijos habían salido de casa para ir a «una parrillada» para volver al piso ubicado en el portal 16 de la calle Fernández del Campo. Allí encontró a Deisy. Tras una discusión, le asestó «seis o siete» puñaladas con un «cuchillo jamonero» en varias partes del cuerpo.
Un vecino escuchó los gritos de la víctima pidiendo auxilio y acudió en su ayuda. Logró arrebatarle el arma, pero no consiguió salvar la vida de Deisy, que quedó tendida en el rellano del tercer piso. Otra persona llamó al SOS-Deiak (112) y, poco después, se desplazaron hasta allí varias patrullas de la Ertzaintza y una ambulancia. Los agentes encontraron a Héctor allí mismo, junto al cuerpo de su exmujer, que falleció poco después. El presunto asesino fue detenido y después, según fuentes de la investigación, fue conducido a una unidad de siquiatría.
23.08.11 -elcorreodigital .DAVID S. OLABARRI dolabarri@elcorreo.com | BILBAO.