viernes, 19 de diciembre de 2014

Curso de autodefensa feminista

Para niñas y jóvenes a partir de 13 años , 26 y 27 de diciembre, de 10:30 a 14:30  para inscribirse en 946216362 gratuito

jueves, 18 de diciembre de 2014

A propósito del 25 de noviembre. Hombres que odian a las mujeres. Eulàlia Lledó Cunill Doctora en Filología Románica

Desde el primer momento algo me chirrió en la traducción del título del primer libro de la serie Millennium del malogrado Stieg Larsson; después de leerlo, es incomprensible. Se tradujo a más de una y de tres lenguas con una perífrasis: Los hombres que no amaban a las mujeres (2008). Si se tiene en cuenta que en sueco se titula Män som hatar kvinnor, no se entiende que no se optase por una traducción más precisa, literal y sin la necesidad de un «no», es decir, Los hombres que odian a las mujeres. Como si este título fuera demasiado duro e indigerible para los hombres, como si no hubiera ninguno que las odiase. No es por casualidad que existen palabras como «misoginia» o «feminicidio».
O se entiende demasiado bien. Es una sencilla manifestación, un síntoma, de la extrema sensibilidad hacia los hombres y respecto a los derechos masculinos. Hasta el punto de que es dificilísimo que maltratadores probados, confesos y condenados no pierdan el derecho a ver hijas e hijos, aunque sea eminentemente injusto y torturador para las criaturas. El último caso es el de un padre que asesina a sus dos hijas; se le denegaron a la madre las medidas de protección que solicitó.
Prevalece el derecho del padre, aunque hayan sido víctimas y testigos de la violencia paterna, a pesar de que les haya afectado directamente; se obliga a las mujeres a llevar a las criaturas al punto de encuentro, a cruzarse con quien las ha aterrorizado. Poquísimos hombres, poquísimos delincuentes, pierden este derecho.

Por uno de esos sarcasmos que tiene la vida, el papa Francisco intervino en el Parlamento Europeo justamente un 25 de noviembre. Aplaudido y celebrado como un héroe incluso por un sector la izquierda. Así, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo que estaba «en desacuerdo con algunas cosas» -eufemismo digno de Mariano Rajoy, a ver si acabará hablando como la casta-, ni siquiera en desacuerdo en «muchas cosas», como si divergieran en detalles sin importancia: lo que para nosotras debería estar en el centro del centro del círculo, para Iglesias parece ser pura periferia. También afirmó que «Este Papa es útil para la gente de abajo».
En vez de «gente de abajo», puesto que parece que al Papa las mujeres le importan un bledo -cuando habla del aborto, incluso parece que las odia-, podría haber usado directamente el masculino, como hizo Gabilondo con mucha más propiedad en el ditirambo que le dedicó en su matutina prédica en la cadena SER la mañana del 26 de noviembre cuando decía que el papa se afanaba por la «dignidad del hombre».
La Historia se repite, hasta ahora Podemos no ha puesto en el centro de sus propuestas la política de las mujeres, sino que esta última es una breve, y seguramente prescindible, nota a pie de página. Por suerte, Teresa Rodríguez o Pablo Echenique, miembros también de la formación, criticaron al papa; Rodríguez incluso abandonó la sala, cuando Francisco, sin sombra de caridad, osó calificar de asesinas las abortistas. Que esta violencia misógina fuera aplaudida en el hemiciclo Europeo justamente el 25 de noviembre pone los pelos de punta.
La Iglesia Católica, en una violenta maniobra asfixiante y exenta de toda compasión, también está en contra de los anticonceptivos. O casi. Las únicas víctimas a quien autoriza tomarlos son monjas. No siempre por miedo a la violación enemiga en zonas de conflicto (y las que no son monjas, que apechuguen: ni anticonceptivos, ni gota de piedad), sino para prevenir que los curas y misioneros que las violan sistemáticamente hayan de abordar una posible paternidad; para borrar la prueba del delito. Especialmente en África, misioneros y curas, para esquivar el peligro del SIDA y otras enfermedades, en vez de violar autóctonas, violan monjas que dependen jerárquicamente de ellos (ya se sabe la gran estima que tiene la Iglesia Católica por la sumisión siempre que las sometidas sean las mujeres). Como mínimo ha pasado en veintitrés países, y hay comunidades de monjas donde todas fueron violadas y embarazadas.
Por cierto, ¿cuántas noticias relacionadas con estos casos han leído? ¿Eran conscientes de estos crímenes, de este tipo de machismo, de esta forma de violencia contra las mujeres? Ahora que parece que la Iglesia Católica ha empezado por fin a emprender actuaciones contra los violadores de hombres, en vez de perder el tiempo intentando restringir cada vez más el derecho al propio cuerpo de las mujeres, su santidad tiene una oportunidad de oro de mostrar que ahora va en serio y actuar con el máximo rigor contra los violadores de mujeres. Amén. Entonces podrán decir que están por los derechos humanos, a favor de la dignidad de los seres humanos.
Doctora en Filología Románica

miércoles, 17 de diciembre de 2014

¿Monotemáticas? No, ¿Reivindicativas? Si

"El machismo se camufla cada vez más y utiliza nuevas formas convirtiéndose en demasiados casos en neomachismo"


Ontinyent – Valencia, 15 dic. 14. AmecoPress.-   por Teresa Mollá Castells
El pasado viernes en una reunión de amigas feministas en Madrid mientras charlábamos animadamente sobre los feminismos, los retos que estos tienen y cómo lo veíamos cada una de nosotras, surgió la pregunta sobre si nuestros discursos son monotemáticos y por tanto pueden ser pesados y perder fuerza para quienes nos escuchan. Las respuestas fueron más o menos las mismas por parte de todas las presentes. No, no somos monotemáticas porque las soluciones a las desigualdades que sufrimos las mujeres no se han resuelto, ni mucho menos.

El machismo se camufla cada vez más y utiliza nuevas formas convirtiéndose en demasiados casos en neomachismo. Y este, el neomachismo, parte de posiciones próximas al feminismo en cuestiones sólo aparentes para renovar sus formas de mantener privilegios que son la base de las desigualdades.
Cuando escuchamos de un hombre la manida frase "No, yo no soy machista, pero..." estamos ante un neomachista, puesto que suelen continuar la frase con un "porque ayudo a mi mujer con las tareas de la casa, saco de paseo a los niños para que no la mareen mientras limpia la casa, o prepara la comida, etc." y cuando le explicas que no se trata de "ayudar" sino de COMPARTIR, es cuando saltan y te dicen aquello de "es que sois unas pesadas con esos temas, siempre estáis igual. Si ya tenéis más poder que los hombres. Ya estáis en todas partes. No entiendo qué queréis ahora. Vuestro discurso de feministas radicales es aburrido." Y así una larga retahíla de frases que podría acabar con la paciencia de cualquiera. Pero no con la nuestra, con la de quienes tenemos compromiso feminista.
Cuando no se viven en propia piel las desigualdades y sólo se goza de privilegios se tiende a culpar explícitamente a quien supone un peligro para el mantenimiento de esos privilegios. Y por supuesto el feminismo en sí mismo cuestiona el orden establecido, ya que el mismo establece desigualdades claras y evidentes entre mujeres y hombres, por tanto atenta contra el mantenimiento de ese esquema de valores que mantiene privilegios para hombres y sometimiento para las mujeres. Y esto obviamente no gusta al patriarcado.
El permanente discurso criminalizador del feminismo por parte del patriarcado no es nuevo. Las formas cambian pero la esencia permanece. El patriarcado no va a renunciar al poder heredado gracias a los privilegios que la historia les ha otorgado y va a intentar eliminar cualquier peligro que suponga la renuncia a ese poder. Y el feminismo lo es.
La parte simbólica que se transmite a través de los potentes y eficaces (para el patriarcado, claro) agentes socializadores está repleta de mensajes segregadores y sexistas que a veces parecen incuestionables. Pero no lo son. Y de nuevo al ser cuestionados por el feminismo aparecen los discursos de antes sobre si somos cansinas o monotemáticas, etc.
Se intenta desprestigiar al feminismo no sólo desde las filas masculinas sino también por parte de muchas mujeres. No es raro escuchar de parte de algunas aquello de "Es que yo no me siento ni creo estar discriminada como vosotras afirmáis". Esta alianza de mujeres con el patriarcado es una de las mejores bazas del machismo, puesto que no en vano históricamente se nos ha asignado, junto con los cuidados la tarea de la transmisión de los conocimientos y de los valores aprendidos y por eso a veces también hemos de escuchar aquello tan manido de "sois las mujeres quienes educáis en el machismo a los hombres, las que son machistas sois vosotras". Hay que fastidiarse con el mensaje misógino y patriarcal que rezuma esta frase!!!
Las estructuras patriarcales han funcionado históricamente porque han sido capaces de heteronormativizar las vidas de las personas en función de su sexo de nacimiento. A los niños se les han inculcado una serie de valores y a las niñas otros. Y, por supuesto con la complicidad total de los agentes socializadores (familia, escuela, religiones, medios de comunicación, etc.) que no sólo no cuestionan esta heteronormatividad impuesta, sino que además la refuerzan incluso con algunos cambios para hacer bueno aquello "cambiar algo para que nada cambie" y así mantener las cosas como están y al varón como centro universal, como destinatario de todo, incluso del lenguaje y también como protagonista casi absoluto en los libros de historia y también en los de texto de nuestra gente estudiante en todos los niveles.
En este estado de cosas, desde casi siempre, ha habido gentes, sobre todo mujeres, que nos hemos cuestionado ese modelo que se nos impone. Y, por supuesto lo vamos combatiendo en la medida de lo posible de cada una e incuso de cada uno, puesto que aunque mayoritariamente somos las mujeres quienes alzamos la voz, cada día son más los compañeros de complicidades y afinidades que se unen a los diferentes feminismos, puesto que entienden que en un sistema segregador, perdemos todas las personas, mientras que en un sistema más igualitario también somos todas las personas las que salimos ganando.
Desde esa perspectiva combativa, alzamos la voz cada vez que una mujer es asesinada por ser mujer y denunciamos públicamente el terrorismo machista. Y se hace una y mil veces, las que hagan falta para hacer visibles los asesinatos del machismo. Denunciamos campañas de publicidad sexistas en donde las mujeres son cosificadas con el objetivo de aumentar ventas de productos que mantienen el sexismo. Iniciamos cuántas campañas sean necesarias para que nuestra voz llegue a Parlamentos, Ayuntamientos, etc. en la misma situación y proporción que la de los hombres.
Denunciamos presupuestos que no tienen en cuenta las necesidades de mujeres en demasiados sentidos. Incidimos cada vez que podemos sobre las desigualdades en el mundo laboral, tanto en el acceso como en los salarios, como en las condiciones o el la tipología de contratos que se realizan. O también analizamos los datos que se facilitan del desempleo y vemos la situación de las mujeres. O nos movilizamos cuando quieren devolvernos a las cavernas en materia de derecho a decidir sobre nuestras maternidades y sobre nuestros propios cuerpos. Y así en un sinfín de situaciones de desigualdad que parten incluso antes del nacimiento de una criatura.
Esa denuncia combativa permanente es por lo que nos llaman cansinas y monotemáticas. Pues muy bien, para quien así piense, recordarle que sin las reivindicaciones de nuestras antepasadas y referentes, por ejemplo las Sufragistas, las mujeres seguiríamos posiblemente, sin derecho al voto y que sólo desde las reivindicaciones cotidianas y continuas es posible cambiar las cosas.
Somos reivindicativas porque el patriarcado y todos sus aliados imponen desigualdades y hay que denunciarlo. Somos combativas porque nos siguen asesinando por ser mujeres y el patriarcado y sus estructuras de poder miran hacia otro lado como se acaba de demostrar con los heridos y el muerto por temas futboleros, siendo ya setenta las mujeres asesinadas por el terrorismo machista. Alzamos la voz, porque en las escuelas, el modelo impuesto es el de mantener las cosas como están y por tanto que las niñas no puedan ocupar el patio de forma igualitaria ya que el centro de este es ocupado por los niños que juegan al fútbol. Somos críticas con las organizaciones de todo tipo porque cuando hablan de intereses generales, en realidad lo que están afirmando es que esos intereses son los masculinos y no los del conjunto de la sociedad, pese a que las mujeres somos más de la mitad de la población. Seguimos denunciando desigualdades porque siguen existiendo en todo el mundo y, las mujeres y las niñas nos llevamos la peor parte siempre. Y mientras todo esto siga ocurriendo seguiremos reivindicativas y combativas.
Antes se secarán la boca quienes nos llaman cansinas o monotemáticas que nosotras las feministas, solas o en grupos, las de antes, las predecesoras, las de ahora o las que vienen detrás, cejemos en nuestro empeño y alcemos nuestras voces en contra del patriarcado y de las profundas desigualdades que todavía siguen existiendo y que seguimos viviendo cada día. Porque mientras los derechos de una sola mujer o niña sean vulnerados, seguiremos denunciándolo. Porque ser feminista es precisamente eso luchar por una igualdad real entre mujeres y hombres.
Porque ser feminista es, aparte de un orgullo, un compromiso para que la sociedad y las estructuras, todas, cambien en aras de un presente y un futuro mejor para hombres y mujeres. Porque con la igualdad ganamos todas y todos.
Soy y seré feminista y quienes son realmente personas monotemáticas y pesadas son quienes defienden la desigualdad. Yo me tengo por comprometida con un cambio para igualar derechos y oportunidades de forma real entre mujeres y hombres. Y en ello ando. ¿Te apuntas?.


15 dic. 14. AmecoPress.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Andereak-en adierazpena-Comunicado Andereak



Andereak elkarteko partaideok irmoki gaitzesten dugu atzo Matienan erailda agertu ziren bi emakumeen krimena, haietako baten senarraren esku, eta krimen beldurgarri honi indarkeria matxista deritzogu.

Zenbait hedabideren arabera, Ertzaintzak omen dio, oraindik ezin zaiola matxismo kalifikapen hori eman. Zer da orduan indarkeria matxista? Zelan hil dezake senarrak bere emaztea indarkeria matxistak eraginda ez bada? Matxismoak emakumeok objektutzat hartzen gaitu, aurretiaz gauza bihurtuz. Gauza bat deuseztatzea ez da zaila baina afektibitate hariek lortzen duen pertsona bat hiltzea ulertezina da, aurretiaz pertsona hori ezereztu arte umildu ez bada.

Erakundeei eskatzen diegu erasotzaileak zuritzeari utzi eta hasi daitezela gauza eta ekintza bakoitzari bere izena ematen. Arazo hau bere tokian jar dezatela, ez baita matxismo setatsua besterik, egitura guztiak zein familia eta gune sozial oro menperatzen dituen matxismoa, eta exigitzen dugu ekin diezaiotela lanean gaitz negargarri hau guztiz amatatu arte.

70. hamarkadako feministekin bat eginda, orain ere zera ohikatzen dugu: Pertsonala, politikoa da!. Ez gara lau hormaren artean gertatzen diren arazo pribatuez ari. Arazo politiko batez ari gara, nahi ta nahi ez irtenbide politikoak behar dituen arazo latz eta larri batez.

Azkenik gogoratu, ostegunero lez (gaur ere) indarkeria matxistaren kontrako agerraldia egingo dugula 20:00etan  Durangoko Andra Marin. Era berean bat egiten dugu Mundu Martxako Emakumeek egin duten deialdiarekin, Matienan izango da datorren ostiralean 19:00etan bertako Kioskoan hasita. Gizartearen eraldaketa prozesuetan parte hartzen duzuen sentsibilitatedun gizon eta emakume guztiok gurekin elkartzera gonbidatzen zaituztegu



La asociación Andereak condenamos contundentemente el doble asesinato de dos vecinas de Matiena a manos del marido de una de ellas y cataloga este horrible crimen de violencia machista.

La Ertzaintza asegura que no se le puede dar aún esta calificación, según algunos medios de comunicación. ¿Qué es entonces violencia machista? ¿Cómo un marido puede matar a su mujer si no es por violencia machista? El machismo reduce a las mujeres a la categoría de objetos, cosificándolas previamente. Acabar con una cosa no es complicado. Matar a una persona a la que te unen vínculos afectivos resulta imposible si previamente no la has degradado hasta aniquilarla.

Reclamamos a las instituciones que dejen de justificar a los agresores y empiecen a llamar a las cosas por su nombre. Que sitúen este problema en su justa dimensión, que no es otra que el machismo recalcitrante que domina todas las estructuras y espacios sociales y familiares, y exigimos que se pongan manos a la obra para atajarlo.

Con las feministas de los años 70 del pasado siglo gritamos también ahora: ¡Lo personal es político! No estamos hablando de cuestiones privadas que afectan a quienes conviven entre cuatro paredes. Hablamos de un problema político que reclama soluciones políticas.

Por último, recordamos que todos los jueves (también hoy) protestamos contra la violencia machista a las 8 en Andra Mari y nos adherimos a la manifestación de protesta que ha convocado la Marcha Mundial de Mujeres en Matiena para el próximo viernes a las 19 horas con salida en la plaza del Kiosko. Invitamos a acompañarnos a todas las mujeres y hombres sensibilizad@s e implicad@s en procesos de transformación social.

@AndereakDurango
http://andereak.blogspot.com.es/