Opinión, Campañas, Violencia de género, Feminicidio, Valencia, Martes 22 de septiembre de 2015, por Teresa Mollá Castells
Ontinyent
– Valencia, 21 sep. 15. AmecoPress.- Aunque el nombre de este artículo
pueda parecer un galimatías, no lo es en absoluto. Es coherente con lo
que voy a expresar. En el Estado Español y en lo que llevamos de año se
han producido 71 feminicidios y asesinatos y todavía no hemos acabado
septiembre. Y sólo silencio por parte de quienes gobiernan nuestros
destinos desde el ámbito del Estado.
Ya
lo he dicho en muchas ocasiones: Estoy convencida que para esta gente
necia y aunque no puedan permitirse decirlo en público, las vidas de las
mujeres son, simplemente, vidas de segunda categoría. Y así actúan ante
esta sangría de asesinatos que se han producido y que,
desgraciadamente, se seguirán produciendo.
No
está en su agenda política la protección de las mujeres como
potenciales víctimas de este tipo de terrorismo que ya ha asesinado
mucho más que ETA u otros grupos terroristas. Pero no pasa nada. Nunca
pasa nada cuando de la vida de las mujeres se trata.
Y
no pasa nada porque se ha naturalizado tanto las violencias que se
ejercen contra las mujeres en todos los ámbitos, que es como si ese
estado de cosas fuera normal, natural.
Las
estructuras de poder político, social, económico, etc. generan
desigualdades entre mujeres y hombres (todavía hoy) que son importantes y
en todos los sectores. Y, por tanto esas desigualdades (acceso al
mercado laboral, a promociones laborales, a estar en la vida política
sin ser utilizadas y recambiables, acceso a la educación libre de
sexismos, al derecho a una salud integral y específica, etc.) generan en
sí mismas una tipología de violencia mucho más silenciosa pero, al
tiempo, mucho más perversa. Es la violencia estructural. Una violencia
silenciosa y naturalizada que va impregnando los códigos de transmisión
de pensamientos y valores en los que nos socializamos hasta el punto que
los micromachismos pueden llegar a ser considerados como más o menos
"normales" y por tanto aceptables.
La
violencia estructural se esconde en todos los ámbitos de nuestra vida.
Está ahí, despreciando las vidas de mujeres y niñas al haberlas colocado
como subsidiarias a las de los hombres que son quienes mayoritariamente
siguen ostentando los poderes y ejerciéndolos como aves de rapiña
cuando alguna de nosotras llegamos, nos plantamos y afirmamos que
estamos aquí para quedarnos. Para ello y a través de un férreo sistema
diseñado por el patriarcado, buscan desunirnos para impedir que nos
reconozcamos como iguales y nos unamos para parar, entre otros temas,
esta sangría de vidas de mujeres con la que pretenden hacernos desistir
de nuestros intentos por mejorar nuestras condiciones de vida y por
atrevernos a exigir una vida digna y sin violencias.Pero, pese a las complicaciones, en esta ocasión como en otras anteriores, con nuestras predecesoras, se han equivocado. Las organizaciones feministas y mujeres en particular estamos exigiendo medidas concretas para erradicar este tipo de terrorismo que nos asesina por ser mujeres. Lo llevamos haciendo muchos años y como consecuencia de ello hace once años se aprobó la Ley Orgánica 1/2004 sobre protección integral contra la violencia de género. Y se aprobó por unanimidad.
Pero
ante la inacción de este desgobierno a quien lo único que le interesa
de las mujeres es que sigamos pariendo como deber y no como voluntad
como han demostrado recientemente con la modificación de la ley del
aborto dejando a las mujeres jóvenes de 16 y 17 años sin derecho a
decidir sobre su propio cuerpo, las organizaciones feministas y mujeres y
hombres que se sienten feministas, hemos reaccionado y vamos a salir de
la calle para exigir alto y claro que se tomen medidas para que dejen
de asesinarnos, para exigirle a Rajoy y al resto de líderes políticos
que nuestras vidas de mujeres no se tocan, que nuestros cuerpos de
mujeres no se han de prostituir para lucro de proxenetas y mafias que
comercian con nuestras vidas y nuestros cuerpos. Que cada ASESINATO de
una mujer o de sus criaturas es un enorme fracaso político que les
debería remover las conciencias e impedirles dormir por las noches. Que
con cada ASESINATO arrebatan la vida de seres humanos libres y con
derechos que ellos y ellas no protegen.
Y
por ello y por muchos motivos más EXIGIMOS que este tema sea una
cuestión de Estado prioritaria, porque no queremos ser asesinadas,
maltratadas y prostituidas por ser mujeres. Porque queremos vivir una
vida sin violencias de ningún tipo. Porque queremos ir desmontando las
mentiras del patriarcado y, por tanto ir eliminando las violencias
estructurales que permiten este y otros tipos de violencias asesinas.
Porque sabemos quienes están detrás de la perpetuación de estas
violencias y que necesitan mantenerlas para sus propios intereses.
Porque
con cada silencio en cada uno de los asesinatos de mujeres y criaturas,
el grado de complicidad con los terroristas machistas aumenta y se hace
más imperdonable la ausencia de medidas urgentes para prevenir y
erradicar este tipo de terrorismo machista. Porque con cada nueva medida
que se toma para recortar recursos destinados a educar, formar y
preparar a quienes vienen detrás en una vida libre de violencias, es un
atentado contra el derecho humano esencial: el derecho a una vida digna y
libre de todo tipo de violencias.
Más
de 150 asociaciones feministas y muchas personas, mujeres y hombres
comprometidos con el feminismo y con una vida libre de violencias hemos
decidido convocar una gran marcha contra las violencias machistas que
será el próximo día 7 de noviembre en Madrid. Debemos inundar la capital
con nuestras denuncias y con nuestras exigencias a una vida libre de
violencias machistas de todo tipo. El #7N #YoVoy a #Madrid para exigir
que el #TerrorismoMachista sea una #CuestióndeEstado, porque
#NosQueremosTodas y que no haya #NiUnaMenos.
Debemos
alzar de forma potente, clara y contundente nuestra voz ante los
asesinatos de mujeres y criaturas y contra todo tipo de violencias
machistas porque no somos ciudadanas de segunda. Pero sobre todo debemos
hacerlo porque TENEMOS DERECHO A UNA VIDA DIGNA Y SIN VIOLENCIA
MACHISTAS.
Yo estaré en #Madrid el #7N porque no quiero que haya #NiUnaMenos y porque #NosQueremosTodas.
¿Y tú, vendrás a alzar tu voz y a exigir una vida digna y sin violencias machistas, o serás cómplice con tu silencio?
Foto: Archivo AmecoPress.
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Opinión – Violencia de género – Feminicidio – Campañas. 21 sep. 15. AmecoPress.