jueves, 13 de junio de 2013

'Mujeres&Compañía. LaLibrería'.


 
 
Un SuEÑo.
Un proyecto nacido de la fOrtAleZa de seguir adelante, luchando por lo que crees.
Una librería como eSpaCIo dE eNcuEntRo.
De reLaciONeS.... 
De CoMpLIciDAdeS...

 
 
 
Hemos recorrido un camino con dificultades, pero también lleno de personas que nos habéis apoyado firme y amorosamente...
Y por eso estamos aquí... porque fruto de este camino recorrido entre libros y relaciones de apoyo, como un gesto de libertad, nace :

'Mujeres&Compañía. LaLibrería'.
 
Especializada en narrativa escrita por mujeres, biografías, ensayo feminista (en las diversas disciplinas y áreas: ciencias, antropología, sociología, historia, educación, salud, embarazo, maternidades, erótica y sexualidades, etc.) cuento infantil no sexista y cómics. 

Las personas que formamos parte de este proyecto estaremos aquí para recomendarte lecturas, charlas, hablar de lo último que te hayas leído, o que nos recomiendes algún libro que no tengamos!

Porque Mujeres & Compañía no somos sólo nosotras... sois también todas aquellas que la hacéis posible día a día, herederas del deseo de creación y del legado de todas las feministas a lo largo de la historia...

miércoles, 12 de junio de 2013

“Munduko Arrozak-Arroces del Mundo” 2013

Kaixo lagunak;
 
Otro año más participaremos en “Munduko Arrozak-Arroces del Mundo”, un encuentro gastronómico de carácter festivo, intercultural y reivindicativo que tiene al arroz como elemento central. El evento se celebrara el sábado 15 de junio en Ezkurdi, en Durango. Desde la organización se procurará garantizar mesas y sillas para la comida popular. Nos gustaría saber con antelación el número aproximado de personas que piensan asistir con nosotras. Para ello, dirigiros cuanto antes a esta dirección: andereak@hotmail.com
 
“Munduko Arrozak - Arroces del Mundo”ekimenean parte hartzeko gonbitea egiten dizuegu . Arrozaren bidez, beste herri batzuk ezagutuko ditugu, kulturen arteko eta jai giroko gastronomia topaketan. Ekitaldia, ekainaren 18an, larunbata, burutuko da Durangoko Ezkurdi plazan. Antolatzaileen esku geratzen da herri bazkarirako mahaiak eta aulkiak jartzea. Gutxi gorabehera zenbatek parte hartuko duten aurretik jakin nahiko genuke. Horretarako, eman zuen izena ahalik eta azkarren honako helbidean,
andereak@hotmail.com
 

Shaolín, machismo y ambivalencia


El asesinato de dos mujeres inmigrantes, Ada y Jenny, a manos del bilbaíno Juan Carlos Aguilar ha ocupado mucho espacio informativo esta semana. No es para menos. La tragedia ha sido impresionante, tanto por la cantidad de detalles macabros que se han ido revelando, como porque nos ha pillado cerca. Tanto que el detenido era incluso, directa o indirectamente, conocido en Durango, según se comenta.
Me gustaría destacar tres aspectos de este asunto. El primero, el tratamiento que le han dado los medios de comunicación. La periodista June Fernández lo ha analizado exhaustivamente en un reportaje publicado por Pikara Magazine y no me voy centrar en él. Sólo considerar que, una vez más, lo que es un claro caso de violencia machista se ha tratado informativamente como un suceso más: nada de analizar por qué sus víctimas eran mujeres, por qué inmigrantes y poco hincapié en su pasado agresor (también pegaba a su mujer antes de separarse).
Con ese tipo de discurso mediático es difícil encontrar solución a este grave problema de discriminación. Y es que hay personas interesadas en que no se avance, porque consciente o inconscientemente rehúsan verse reflejadas en ese espejo deformante del ser humano que es el sistema patriarcal.
Juan Carlos Aguilar era una persona como otra cualquiera. El segundo aspecto es la resistencia que tenemos a admitir que la semilla del mal está plantada en el interior de todos y cada uno de nosotros, y que debilitar sus raíces es tarea de toda una vida. Un afán íntimo, silencioso, cuyos resultados se van dejando traslucir a través de nuestras palabras y nuestros actos. Oportuno ejemplo de esto que digo es la película 'Mr. Brooks', protagonizada por Kevin Costner, que relata la lucha denodada de un exitoso hombre de negocios contra el asesino en serie que vive dentro de él y que es él mismo.
En tercer lugar, el caso evidencia la facilidad con que fabricamos y derribamos ídolos. El respetado maestro shaolín, entrevistado por el mismísimo Punset en su programa ‘Redes’, se ha quedado solo y abandonado de sus incondicionales. Además, se le ha despojado de sus títulos de maestro, de shaolín, de campeón de kung-fu e incluso del presunto tumor cerebral con que justificaba sus desmanes.
Apenas dos o tres de estos admiradores se han atrevido a destacar sus aspectos positivos. Que los tiene, como todo el mundo. A pesar de sus atrocidades. Porque las simientes del bien y el mal crecen juntas. La escritora Louise Erdrich, calificada por ‘El País’ como la voz literaria de los indios norteamericanos, expresa de forma casi poética esta ambivalencia: “El mal es el mal, no hay escapatoria. Sin embargo, lo que me fascina es el encanto, la dulzura, incluso la extraña bondad que posee y cultiva tanta gente que hace el mal”.

Mertxe Arratibel 

www.durangon.com

En un contexto de desigualdad la custodia compartida no es la mejor opción

Estado Español, Legislación y género, Infancia, Madrid, Martes 11 de junio de 2013, por Gloria López

Madrid, 11 jun. 13. AmecoPress. Pareciera que se allana el camino hacia la custodia compartida impuesta, es decir, por sentencia judicial y no por acuerdo entre madre y padre. El Tribunal Supremo se ha pronunciado en contra de su “excepcionalidad”. Sin embargo, hay que recordar que el marco legal sigue siendo el mismo –han de cumplirse y tenerse en cuenta una serie de requisitos recogidos en el Código Civil- y advertir que la retórica de la igualdad es tan poderosa como peligrosa si con ella sólo atendemos a la igualdad formal y dejamos de lado las condiciones reales de vida de las personas concretas.
 
Tan poderoso es el argumento del interés de las y los menores en la resolución de los casos de divorcios, como proclive a acoger intereses y preconcepciones adultos. Ángela Cerrillos, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis asegura que “los jueces que están mostrando una manifiesta apertura hacia la custodia compartida en caso de desacuerdo entre los progenitores no están valorando bien las consecuencias; si no hay acuerdo, es el menor el que paga”.
La abogada no vacila al plantear que la mayor parte de las organizaciones que batallan por la custodia compartida están formadas por padres divorciados con un manifiesto interés económico: “la motivación real de la defensa de la custodia compartida es la disponibilidad del domicilio y el sacudirse gastos”.
Interés económico
La regulación actual establece la custodia compartida para los casos en que ambos progenitores la soliciten de común acuerdo, siempre que ninguno de los dos haya cometido un delito contra la vida, la integridad física, la libertad o de carácter sexual contra su pareja o los hijos e hijas, ni existan indicios de violencia de género (apartados 5 y 6 del artículo 92 del Código Civil).
Personas expertas y feministas insisten en defender esta opción -la custodia compartida de mutuo acuerdo-, como el mejor régimen de convivencia que puede establecerse para hijos e hijas y también para padres y madres. Efectivamente, en un contexto igualitario, la custodia compartida es sin duda el modelo ideal tras una separación o divorcio, el que mejor refleja y respeta esa igualdad de partida y, con ella, el interés de las y los menores que la tienen integrada en sus códigos afectivos y de convivencia. Los problemas comienzan cuando la igualdad no ha presidido dichos códigos antes de la separación y pretende irrumpir en momentos de crisis.
El juez o la jueza también puede acordar ese régimen de guarda de los hijos e hijas a petición de un solo miembro de la pareja (92.8 de ese mismo código), siempre que en su resolución se fundamente que solo estableciendo la custodia compartida se protege adecuadamente el interés superior del o la menor. El único requisito que establece la ley es que el juez o la jueza pida informe al fiscal; informe que, desde el pasado octubre, según el Tribunal Constitucional, no tiene por qué ser “favorable”, es decir, que la decisión última corresponde únicamente al juez o la jueza, que ya no está sujeto al criterio del ministerio público. Sin embargo, asegura que la decisión se tomará “excepcionalmente”.
Lo que el Supremo establece ahora es que este término, “excepcionalmente”, no quiere decir que la custodia compartida sea el régimen “excepcional”, sino todo lo contrario. El alto tribunal sistematiza, además, los criterios establecidos para determinar si la custodia compartida lo es en cada caso concreto. Así, el juez o la jueza que tenga que decidir si la concede debe analizar la relación que ambos progenitores mantenían con el o la menor antes de la separación, sus aptitudes personales como padres y madres o el deseo de los hijos e hijas. También debe valorarse el número de niños en común y el cumplimiento de los deberes legales de los padres y madres hacia los hijos. El cumplimiento de esos criterios se comprueba mediante el informe del fiscal, el testimonio de los hijos e hijas, el informe del equipo psicosocial del juzgado, así como la valoración de las alegaciones de los progenitores y las pruebas que presenten.
En 2012, los juzgados españoles registraron más de 127.000 separaciones. Las estadísticas muestran que en el 81 por ciento de los casos se concede el cuidado a las madres, mientras que sólo un 12 por ciento de las custodias son compartidas.
Desigualdad histórica
“Hay que tener en cuenta que todavía en la mayoría de los casos las mujeres son las que han tenido dedicación plena al cuidado de los hijos e hijas y aún muchas han abandonado o postergado su vida laboral en función de ese proyecto”, asegura Cerrillos. “Esto debe tenerse en cuenta, tal y como establece la ley” concluye. Para muchas expertas es aspecto no es solo un asunto legal, sino un enfoque que hace justicia histórica y que contribuye a deshacer las redes de la desigualdad. 
Consideraciones sobre las condiciones de igualdad real o sobre el interés de los y las menores son obviadas por una buena parte del poder legislativo, políticos e instituciones judiciales. Así, los rumores de un posible cambio en las leyes del estado español a favor de la preferencia por la custodia compartida por parte del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, han sido precedidos por normativas autonómicas en comunidades gobernadas por el Partido Popular: Aragón o la Comunidad Valenciana. También la ley catalana obliga a los progenitores, si no se ponen de acuerdo sobre el régimen de custodia, a presentar un plan de “coparentalidad” con sus propuestas para el cuidado de los hijos al margen del convenio de divorcio que el juez debe valorar, pero no prima la custodia compartida.
Mujeres juristas y asociaciones feministas insisten en la necesidad de promover la corresponsabilidad familiar y hacer crecer un contexto de igualdad entre mujeres y hombres en todos los campos para poder establecer la custodia compartida de un modo adecuado: válida para madres y padres, positiva para hijos e hijas, buena para la convivencia social y la primacía de un modelo equitativo y solidario.
Foto: Archivo AmecoPress
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Estado español – Infancia – Legislación y género; 11 junio. 13. AmecoPress


lunes, 10 de junio de 2013

“El varón paga para humillar a la mujer”

El psicoanalista y autor del libro Ir de putas, entrevistado por Página/12, sostiene que es necesario penalizar al cliente, pero antes hace falta quitar del imaginario social la idea de derecho consuetudinario que tiene el pagar por sexo

Por Mariana Carbajal www.pagina12.com
“La penalización del cliente de prostitución es necesaria e ineludible. Pero hasta que no cambie algo en el imaginario social es muy poco lo que se va a lograr para combatir la explotación sexual. Es fundamental una campaña que apunte a desnaturalizar el consumo de prostitución, a quitar del imaginario social que se trata de un derecho consuetudinario masculino”, dice el médico y psicoanalista Juan Carlos Volnovich, autor del libro Ir de putas. Reflexiones acerca de los clientes de prostitución (Editorial Topia), al ser consultado por Página/12 sobre dos proyectos, uno del senador Aníbal Fernández (FpV), el otro de la diputada Marcela Rodríguez, y que apuntan a perseguir con penas de prisión a quienes paguen por el uso sexual de una persona del mismo modo que ocurre con los proxenetas.
“Yo apoyo una posición abolicionista frente a la prostitución. Considero que se trata de una forma de esclavitud, por lo tanto debe ser abolida”, dice Volnovich, en una entrevista con este diario.
Volnovich indagó el imaginario de los clientes a partir de las vivencias de pacientes suyos. El mismo reconoció en la introducción del libro que a pesar de sus más de veinticinco años de lecturas feministas, recibía los relatos de sus pacientes sobre sus incursiones con prostitutas como parte del rubro “usos y costumbres”, aceptándolos en un pacto de silencio implícito. Algo así como “de eso no se habla”. Hasta ese momento no había reparado que la mayoría de sus pacientes varones tenían o habían tenido relaciones con prostitutas. Hasta que la casualidad de tres sesiones sucesivas de tres pacientes “contribuyó a que pudiera atravesar el límite de lo analizable, a romper las resistencias que impedían ver un poco más allá de lo convencional”. Lo ayudó a asumir ese lugar una investigación que cayó en sus manos basada sobre una encuesta de opinión realizada en Francia –Les clients en question–, que indagó sobre los prejuicios más habituales que sostienen los clientes acerca de su afición a las putas con el objetivo de elaborar proyectos de prevención del consumo de prostitución. Así nació Ir de putas.
El proyecto del senador Fernández penaliza el consumo de prostitución sólo en casos de trata. En cambio, el de la diputada Marcela Rodríguez, del monobloque Democracia Igualitaria y Participativa –que lleva las firmas también de representantes del oficialismo y de bloques de la oposición–, impone penas de seis meses a tres años de prisión a quien paga “por el uso sexual de una persona”. Es decir, no distingue si es una víctima de trata o no. En ninguno de los casos se plantea una condena a las personas que son objeto de ese comercio.
Volnovich cree que no hay que diferenciar entre una prostitución “buena”, adulta, libre, y una prostitución “mala”, infantil, forzada, merecedora de nuestro pleno rechazo. “Claro está que hay una gradación que impone discriminar entre delito de gravedad variable pero, por lo general, estas distinciones son usadas para construir creencias acerca de ciertas formas de explotación sexual que pasarían a ser aceptables: una prostitución permitida y deseable”, advierte Volnovich. “No estoy de acuerdo en aceptar en algunos casos sí la prostitución y en otros no”, señala.
Volnovich destaca el efecto que ha tenido en Suecia la política criminal de penalizar a los clientes de prostitución, el primer país en implementar una medida de ese tipo para combatir la trata de mujeres para explotación sexual. “Bajó muchísimo el índice de prostitución pero lo que aumentó muchísimo es el turismo sexual hacia países como Holanda donde la prostitución está reglamentada o permitida. Por eso insisto en que es necesario un cambio cultural”, enfatiza.
–¿Por qué un varón paga por sexo? –Paga para denigrar a la mujer y reforzar estereotipos tradicionales que puede ver en peligro. No es porque no pueda conseguir a una mujer de otra forma. Si no pensemos en el actor Hugh Grant, cuando fue arrestado manteniendo sexo con una prostituta de Los Angeles, Divine Brown, en momentos en que mantenía una relación estable con Elizabeth Hurley, también actriz y una de las top model más hermosas del mundo. No hay nada menos sexual que el intercambio de sexo por dinero. Lo que está en juego es la violencia, el ejercicio del dominio y la explotación del cuerpo de las mujeres, que se disfraza, se encubre, a partir de la satisfacción del deseo sexual. El pago garantiza que el deseo de la mujer quede siempre en suspenso. Aun en aquellos casos en los que se aspira a que la prostituta llegue al orgasmo como evidencia del placer recibido para exclusivo beneficio del narcisismo del cliente, lo más anhelado por los varones –ser objeto del deseo de una mujer– es lo más temido. Ese temor se disimula a través del pago. He tenido pacientes que pueden conseguir cualquier mujer, pero no pueden dejar de pagar por sexo.
–¿Al cliente de prostitución le preocupa si con quien tiene sexo pago es víctima de trata? –Definitivamente no. El cliente de prostitución es un varón que sabe muy bien que esas mujeres son esclavas y víctimas de trata. Pero sin embargo paga con “ingenuidad y candor”. Después podrán preguntarse si ella era menor de edad. Pero dirán que en el momento no lo sabían. Y pensemos que el cliente de prostitución no es un enfermo psiquiátrico, es buena gente. Puede haber perversos, pedófilos, claro, pero son hombres comunes. Pienso que poner el foco en los clientes, penalizarlos, puede ayudar a desnaturalizar esta práctica, como ocurrió con la violación en el matrimonio. Antes de que se pensara como delito, estaba naturalizado que no podía ocurrir una violación dentro del matrimonio.
–Eva Giberti sostiene que los clientes de prostitución son violadores sistemáticos... –No creo que lo sea en los términos en que pensamos a un violador. Sí creo que es un violentador sistemático.
–¿Qué es lo que genera el consumo de prostitución? –Es la intersección entre imperativos del capitalismo, de convertir todo en mercancía, y el patriarcado, donde prima el dominio de los varones y la utilización del cuerpo de las mujeres como pura mercancía. Hay un negocio global de la prostitución. Si uno marca el circuito de drogas, armas y personas, va a ver que uno va encima de otro. Los factores de nivel mundial que administran esos negocios ilegales son los mismos. Pero para vender armas, hace falta fabricarlas, para vender drogas, cultivarlas, en cambio, las personas, mayoritariamente mujeres, están para ser comercializadas. Entonces, el negocio de la trata para explotación sexual es muy redituable y se basa en la demanda y una brutal campaña de pornografía que tiende a inocentizar a los clientes. Con las nuevas tecnologías, la prostitución no ha quedado degradada, sino que se ha potenciado, a través de los intercambios de sexo por Internet. Y ha potenciado también la inocentización del cliente.


Miles de turcas gritan en Taksim: "Cállate Erdogan, ahora hablan las mujeres" Entre otras reivindicaciones, se quejan de que el actual Gobierno no ha hecho nada para atajar el acoso a las mujeres en el espacio laboral

Estambul, (EFE).- Una marcha reivindicativa de miles de mujeres hasta la plaza Taksim de Estambul subrayó hoy su papel en la revuelta turca que desde hace una semana tiene en jaque al Gobierno del islamista moderado Recep Tayyip Erdogan.

Miles de turcas gritan en Taksim:

Los eslóganes mezclaban la reivindicación con el humor: "Corre, Tayyip, que vienen las mujeres" o "Cállate, Tayyip, que ahora hablan las mujeres". O, incluso, alusiones a la petición de Erdogan de que cada mujer debe tener al menos tres hijos: "¿De veras quieres que tenga tres hijas y salgan como yo?"
"La gente está enfadada con el primer ministro, pero las mujeres están más enfadadas aún, porque desde hace diez años son el blanco de ataque de todos sus discursos, como cuando quiso prohibir el aborto", asegura Asli Goymen, secretaria de redacción en una revista y una de las manifestantes hoy.
Se queja de que el actual Gobierno no ha hecho nada para atajar el acoso a las mujeres en el espacio laboral y que "la realidad es peor aún que las leyes". "En la oficina tienes que ir 'decente', muy seria, más vale no reirse en voz alta si quieres que te respeten", lamenta.
Pero en el parque Gezi, origen de la oleada de protestas, todo es diferente, y las chicas pueden vestir, bailar y reír como quieren. "Esto es el inicio de una nueva era", asegura Asli.
También es un espacio de pedagogía, como muestran las pegatinas con la frase "No al acoso" en los árboles. "Mucha gente que viene aquí nunca ha escuchado a las feministas, no se han planteado lo que significa el acoso, lo que es ser una mujer en un espacio público, pero espero que aprendan. Aquí estamos nosotras para convertir el respeto en algo normal", dice.
Casi la misma opinión la tiene Yagmur Demir, 26 años, ingeniera química recién graduada. "Las mujeres formamos parte de esto como siempre hemos formado parte de todas las manifestaciones; hay un movimiento femenino muy fuerte en Turquía", recuerda.
"Estamos cada día más enfadadas por las políticas del Gobierno respecto a nuestro cuerpo, como con el intento de reforma de la ley del aborto, y la imposición de un modelo de familia basado en el concepto tradicional de 'honor'", denuncia la joven.
Pero las mujeres también trabajan contra el sexismo dentro del propio movimiento e incluso una comisión se ha dedicado a tapar los numerosos insultos a Erdogan que utilizan estereotipos sexistas.
En una carpa feminista, uno de los numerosos tenderetes de movimientos sociales que salpican el parque Gezi, convertido en un inmenso espacio de talleres y encuentros asamblearios, hay incluso citas para "crear y compartir nuevas palabrotas".
Deniz, una joven ecologista que además es voluntaria en una asociación de apoyo a mujeres víctimas de la violencia, también insiste en la necesidad de mantener Taksim libre de sexismo.
"Tenemos la experiencia de Tahrir (en El Cairo), donde las mujeres acabaron sufriendo severos abusos y no hay que dejar que ocurra aquí", señala. "Hemos tenido algunas pocas quejas y, claro, no podemos llamar a la policía (que desde hace una semana no se acerca a Taksim) de manera que organizamos talleres para que las mujeres aprendan cómo defenderse contra el acoso, cómo exponer al agresor", detalla.
De todas formas, no es frecuente: "Llevo una semana metiéndome en una muchedumbre increíble en Taksim y no he sufrido nada de acoso, cuando normalmente me pasa cada dos por tres al salir de casa", afirma Günes, psicóloga de 30 años.
Deniz recuerda que las mujeres llevan años luchando en la calle contra las políticas del Gobierno que intentan restringir los derechos al control de natalidad y cree que las protestas en Taksim no hacen más que reflejar ese combate.
Pero el Ejecutivo no es el único enemigo, señala: "Lucharemos también contra los hombres que acosan y la dimisión de Erdogan no es una prioridad, sino que cambien las políticas. Queremos un ministerio de la Mujer y la Igualdad, y no uno de Mujer, Familia y Asuntos Sociales, como ahora".
Pero la revuelta ha dado más poder a las mujeres, al menos en el nivel psicológico, cree. "Durante las protestas, las mujeres salen pasada la medianoche, sin necesidad de ningún acompañante masculino, se sienten fuertes, porque saben que hay más mujeres, que nos ayudaremos mutuamente. "Saben que ahora, en Taksim estamos las mujeres", concluye.

www.lavanguardia.com

Más de dos centenares de personas marchan contra la violencia sexista en Durango

Más de dos centenares de africanos y vecinos de Durango se han manifestado esta tarde contra la violencia sexista y para exigir justicia por el asesinato en Bilbao de la nigeriana Ada y la colombiana Jenny.
Un grupo de manifestantes, tras la llegada de la marcha a Landako.
Durangon
La marcha, organizada por la plataforma Voz Africana, que agrupa a personas residentes en Durango que proceden de esa región del planeta, ha partido desde la plaza de Ezkurdi tras una concentración silenciosa de diez minutos en los soportales.
La pancarta que la asociación Andereak contra la violencia sexista despliega todos los jueves en Andra Mari ha abierto la marcha. En su transcurso, se han coreado consignas contra la violencia machista y los asesinatos de mujeres, y para exigir que se haga justicia.
La manifestación ha finalizado ante el multiusos de Landako, con la lectura de un comunicado por parte de la guineana Sally Osie, en castellano, y de la representante de Andereak, Amparo Ereñaga, en euskera.  En él se achaca los asesinatos de Ada Otuya y Jenny Sofía Rebollo por parte del bilbaíno Juan Carlos Aguilar a la “sociedad machista, clasista y racista” en que vivimos y se incide en que las víctimas sufrían “discriminación por ser mujeres e invisibilidad como inmigrantes”. Voz Africana reclama justicia para que “agresiones así se investiguen convenientemente y no queden impunes”.
Los convocantes han pedido el fin de la violencia sexista que, recordaron, además de estas dos muertes, acabó antes con la vida de una mujer en Laudio y fue la causa de una brutal agresión sexual a una trabajadora social de Bilbao. También han expresado su apoyo y solidaridad a la familia y amistades de las fallecidas.

Durangon

viernes, 7 de junio de 2013

La Plataforma Duranguesa Voz Africana convoca una manifestación para condenar el asesinato de dos mujeres inmigrantes en Bilbao


La asociación de mujeres contra la violencia sexista Anderak apoya la protesta
Voz Africana, plataforma que agrupa a las asociaciones de africanos en Durango, ha convocado una manifestación para condenar el asesinato de dos mujeres inmigrantes en Bilbao a manos del falso shaolín Juan Carlos Aguilar, la nigeriana Ada Otuya y la colombiana Jenny Sofía Rebollo. Según informó la plataforma, en la acción también participará la comunidad colombiana.

El acto tendrá lugar el próximo domingo y partirá de Ezkurdi. A las 18.30 horas habrá una concentración silenciosa junto al quiosco de la ONCE y luego se marchará hasta la rotonda de Fray Juan de Zumárraga en el límite con Iurreta para terminar en el multiusos de Landako.

Representantes de Voz Africana participaron también ayer en la concentración que Andereak contra la violencia sexista organiza todos los jueves a las 20.00 horas en Andra Mari. Esta asociación ha dado su apoyo a la protesta y su pancarta abrirá la manifestación.

Según explicaron portavoces de la comunidad africana en Durango, el motivo de convocar este acto en Durango se debe a la imposibilidad de muchas familias africanas de desplazarse a las protestas que están teniendo lugar estos días en Bilbao.

El objetivo, añadieron, es “expresar el rechazo por lo que les ha ocurrido a estas dos mujeres emigrantes” y clamar para que “esto no vuelva a pasar ni a las de aquí ni a las de allí”. Recordaron que el Durango han sido asesinadas también dos mujeres por violencia de género.

Los africanos de Durango exigen que la justicia actúe con toda contundencia contra el asesino y que no suceda lo que con una guineana a quien asesinaron en un hotel hace cuatro o cinco años, caso del que “hoy en día no se sabe nada y se pasó por alto la manipulación de las pruebas”.

Representantes de la asociación Andereak llamaron a apoyar a la comunidad africana duranguesa en esta iniciativa: "El domingo tenemos una buena ocasión para demostrar solidaridad, tanto con las personas inmigrantes por la discriminación que padecen, como con las mujeres que sufren cualquier grado de discriminación, lo que también es violencia, o de agresión física como ha sido el caso de estas dos mujeres víctimas de la violencia machista".



PIE DE FOTO: Representantes de Voz africana ayer en la concentración que convoca Andereak todos los jueves.


Hallan muerta y amordazada a una mujer de 79 años en su vivienda de Bilbao

 Una mujer de 79 años fue hallada muerta en la tarde de este jueves en su casa de Bilbao, ubicada en la calle Gordoniz, número 41. La víctima se encontraba maniatada y amordazada, por lo que todo hace indicar que se trata de un intento de robo. Sobre las 19.00 horas, la Ertzaintza recibía un aviso de los allegados de la mujer ante la imposibilidad de contactar con ella. Una dotación de bomberos y varias ambulancias se trasladaron de inmediato al domicilio. Allí, tras conseguir abrir la puerta, se encontraron con el cadáver. La Policía autonómica ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido, aunque de momento se desconocen más detalles del suceso.
 
El Correo

jueves, 6 de junio de 2013

Fallece Ada Otuya, la joven nigeriana brutalmente agredida el pasado domingo en Bilbo

Ada Otuya, la joven nigeriana que fue brutalmente agredida por Juan Carlos Aguilar, profesor de artes marciales en su gimnasio Zen4 de Bilbo, ha fallecido en el hospital de Basurto por las graves heridas sufridas tras la agresión. www.naiz.info
Ada Otuya, de 29 años, ingresó en coma tras la agresión sufrida el pasado domingo y, desde entonces, ha permanecido en la Unidad de Reanimación del Hospital de Basurto. Su estado ha empeorado en las últimas horas y finalmente ha fallecido a las 12.35 de este mediodía.
Agentes de la Ertzaintza hallaron a la mujer nigeriana maniatada y amordazada en el gimnasio Zen4, ubicado en un local de la calle Máximo Aguirre de la capital vizcaina, y propiedad del presunto autor del crimen, Juan Carlos Aguilar.
Al parecer, el hombre, que fue posteriormente detenido y que ha confesado haber matado a otra mujer, llevó a Ada Otuya en contra de su voluntad al local y la agredió en su interior.
Este mediodía cientos de ciudadanos se han vuelto a concentrar en Bilbo, frente al Ayuntamiento, para mostrar su repulsa a la muerte de Ada y de otra mujer a manos de Aguilar.
Concentración este jueves
La Marcha Mundial de las Mujeres de Euskal Herria ha convocado este jueves una concentración a las 19.30 en Bilbo, ante el Arriaga, para denunciar la muerte de Ada Otuya
Invisibles
Otra concentración se celebró ayer en la plaza Doctor Fleming de Bilbo para denunciar estos hechos. En la movilización, Miriam Santorkuato, miembro de Askabide, que trabaja con el colectivo de prostitutas, recordaba que «estas han sido hasta ahora absolutamente invisibles para la gran mayoría de nuestra sociedad. Ada, como casi todas las prostitutas, era absolutamente vulnerable. Este colectivo es tremendamente frágil porque tienen miedo, tienen miedo a denunciar, a las represalias».
Alertó, además, de que «lo de Ada ha sido un caso extremo, pero las agresiones y violaciones son constantes, y hasta ahora, casi nadie se ha preocupado por los niveles de vulneración en la que viven las mujeres».

www.naiz.info

miércoles, 5 de junio de 2013

¿Hay que contar que la víctima es prostituta y africana?

La autora expone la necesidad de que el periodismo señale cómo las relaciones de poder intervienen en las agresiones sexistasMedios de Comunicación, Opinión, Prostitución, Violencia de género, Bilbao, Martes 4 de junio de 2013, por June Fernández



Un maestro de artes marciales ha dejado en coma a una mujer prostituida inmigrante en Bilbao 

Bilbao, 04 jun. 13. Píkara Magazine/AmecoPress.- Un hombre ha dado una paliza a una mujer en Bilbao, dejándola en coma. Además, la policía ha encontrado restos del cadáver de otra mujer en el gimnasio que el agresor regenta. La prensa cuenta también que el hombre ha confesado haber asesinado a otra mujer la semana pasada. En el tratamiento dado por dos periódicos muy diferentes, El Correo y Naiz, llama la atención que ambos han contado que el agresor es un maestro de artes marciales. En cambio, mientras que El Correo ha detallado que la mujer que está en coma es una prostituta de origen africano, Naiz ha optado por obviar ambos datos. Intuyo que no porque no los conociera, sino porque probablemente quien escribió la nota consideró que el único dato relevante, que explica la agresión, es el hecho de que la víctima fuera mujer.
Decir sólo que era “una mujer” invisibiliza las situaciones específicas que viven ‘las otras’, las que quedan excluidas del sujeto singular ‘mujer: las negras, las inmigrantes, las trabajadoras del sexo…
Ayer un amigo me planteó que le preocupaba que destacar que la mujer es africana y prostituta desviase la atención sobre que se trata de una agresión machista, y que propiciase el amarillismo. Yo le contesté que me parecía bueno dar esos datos como forma de enmarcarlo en unas relaciones de poder determinadas. También le dije que, frente a la tendencia de reducir la violencia de género a los asesinatos de mujeres en el contexto de la pareja, me parecía positivo hablar de violencia machista en otros contextos.
Para aclarar ideas, hoy he abierto el debate en mi muro de Facebook. A continuación publico, con su consentimiento, algunas opiniones que resumen en gran medida lo que quiero exponer en este artículo:
María Almansa Sánchez: Yo creo que no da igual, porque le pegaron por mujer, por negra y por prostituta, son tres cosas a visibilizar.
Ander Izagirre: Si el hecho de ser inmigrante y prostituta supone una posibilidad mayor de ser agredida, de ser más vulnerable, eso hay que explicarlo. Hay que llamar la atención sobre ese hecho.
Carmen Romero Bachiller: Creo que la cuestión es aclarar lo invisibilizado. ¿Por qué se nombra el hecho de que sea prostituta y negra y no se dice que el maestro de artes marciales tiene nacionalidad española y es blanco? ¿El hecho de que se identifique a la víctima como prostituta y negra la deshumaniza de alguna forma y matiza su estatus de víctima? ¿Cómo se construye la “humanidad” del profesor de artes marciales en contraposición? Quizá se podría incidir en la categorización, pero responsabilizándonos de ella, quiero decir, la forma en que el hecho de que sea negra y prostituta intersecta con el hecho de ser mujer y cómo eso la construye como menos relevante en una sociedad racista y sexista.
Juncal Martínez de las Heras: Creo en la necesidad de visibilizar la prostitución, porque me parece terrible que se busquen víctimas invisibilizadas: no es lo mismo ponerte a matar a clientes del gimnasio que a prostitutas invisibles.
Joana García Grenzner: En este caso tanto el origen como la profesión son relevantes, porque explican su mayor vulnerabilidad a la violencia machista: por las barreras de la ley de extranjería, por un lado, y por la estigmatización y la indefensión que viven muchas prostitutas (paradójicamente, desde la visión salvacionista). Y estos factores deberían abordarse de alguna manera en el texto. Otra cosa sería destacar, en caso de que el agresor fuera migrante, su origen en el titular, porque implícitamente se relacionaría el hecho de ser de otro país con la predisposición al machismo, como suele pasar. O decir que las migrantes son más vulnerables a la violencia porque vienen de culturas machistas….
Como dice Ander, el papel del periodismo consiste en explicar a la ciudadanía qué está pasando y por qué. Por tanto, no se trata sólo de informar sobre crímenes machistas, sino de aportar datos y reflexiones que permitan a las personas entender por qué la violencia contra las mujeres es un problema social estructural. Un elemento fundamental para explicar la violencia son las relaciones de poder. A menudo se retrata a los agresores como seres con impulsos incontrolables, que mataron o violaron en un arrebato. Pero, como dice Juncal, si la violencia no tuviera que ver con esas relaciones de poder, el maestro shaolín podría haberla tomado con algún cliente que no pagase su cuota mensual. ¿Es casual que, por lo que sabemos, haya elegido como víctimas a mujeres, que además son inmigrantes y se dedican a una profesión estigmatizada? Como dice Carmen, lo cierto es que las vidas de estas mujeres, en una sociedad sexista, clasista y racista, son menos relevantes, valen menos.
De la misma forma que importa que las víctimas fueran mujeres, inmigrantes, negras y prostitutas, importa que el agresor sea hombre, autóctono, blanco y empresario. De la misma forma que todas las mujeres estamos expuestas a ser víctimas de violencia machista, pero elementos como la procedencia o el color de la piel implica mayor vulnerabilidad e indefensión, hay que recordar que no existe un perfil de agresor (contra el prejuicio de que se trata básicamente de inmigrantes, toxicómanos o locos), pero que cierta posición social puede acentuar el desprecio hacia las personas que considera inferiores, y le situará en posición de ventaja en un proceso judicial.
¿Qué ocurre? Que medios como El Correo no explican esas cosas, sino que el enfoque, como ocurrió como Diego Yllanes, asesino de Nagore Laffage, o en el del atleta Pistorius, se reduce a “cómo es posible que un hombre de bien resulte ser un asesino”. Cuando nos hacemos esa pregunta obviando el machismo (reforzado por el racismo o el clasismo), las respuestas suelen llevar a reforzar prejuicios e incluso justificar al agresor. En el caso de Yllanes, escuchamos que Nagore amenazó con destrozar su carrera y el pobre psiquiatra se asustó y reaccionó quitándosela de encima. En las tertulias televisivas se habló de que Pistorius tal vez estuviera acomplejado por su discapacidad. Cuando los medios no encuentran una explicación peregrina de este tipo, queda el comodín: la enfermedad mental o la psicopatía, como ocurrió con Jose Bretón, “el monstruo de las Quemadillas”.
El despiece de El Correo sobre el agresor empieza con esta frase: “Nada parecía indicar que Juan Carlos Aguilar podía ser algo más que un respetado maestro shaolín”. Y termina así: “Ahora hay que averiguar el motivo que llevó a este monje guerrero, que en la época de la entrevista decía practicar la castidad, a maniatar a una prostituta en un gimnasio en el que, al parecer, guardaba restos humanos. Lo que está claro es que, en algún momento, se desvió del iluminado camino del monje guerrero”. En el debate en mi Facebook, Ander comenta: “Justo lo dijo el otro día Lucía Martínez Odriozola: cuando lee un texto que empieza así, piensa que las apariencias no indican nada y que esos comentarios son una mierda”.
Y si el miedo de decir que la víctima era prostituta y africana es que despierte menor indignación y movilización social, el reto será hacer un periodismo que denuncie la existencia de ciudadanas de primera y de segunda
Es imprescindible que las y los periodistas revisen sus propios prejuicios. Hace unos minutos he hablado en calidad de integrante de SOS Racismo con una redactora, que me ha preguntado, al hilo de este caso, sobre la situación de las mujeres inmigrantes que se dedican a la prostitución. Estaba muy interesada en hablar de mafias. A mí me parece que hoy toca hablar de los machistas autóctonos. No ha sido una mafia nigeriana la que ha dejado a esta mujer al borde de la muerte. No son las mafias las únicas responsables de que una mujer negra, inmigrante y prostituta sea un blanco fácil de agresiones.
Desde el asesinato de Ana Orantes, caso que siempre se cita como punto de inflexión, la violencia machista se considera noticia. Esto es un avance importante. Pero la única forma de que la ciudadanía entienda por qué un asesinato de una mujer a manos de un hombre es un fenómeno diferente que el de un hombre asesinado por una mujer, es relacionar los crímenes machistas con el resto de formas de desigualdad de género, discriminación y violencia sexista. Mostrar que son esas pequeñas agresiones machistas cotidianas que pasan desapercibidas, cuando no normalizadas y promovidas, las que explican que vivimos en una sociedad en la que asistimos a un goteo incesante de mujeres asesinadas por hombres. No me extraña que se hable de “la lacra” de la violencia de género, como si se tratase de una epidemia que hemos tenido la desgracia de padecer, pero que no sabemos ni por qué ha aparecido, ni cómo se extiende, ni mucho menos cómo erradicarla.
Y en ese trabajo de explicar la violencia machista, es importante tener una perspectiva interseccional. La consigna de que lo único importante es que los agresores son hombres y las víctimas mujeres, no contribuye a entender las relaciones de poder que intervienen. Y decir sólo que era “una mujer” invisibiliza las situaciones específicas que viven ‘las otras’, las que quedan excluidas del sujeto singular ‘mujer’: las negras, las inmigrantes, las trabajadoras del sexo, las trabajadoras del hogar, las diversas funcionales, las ancianas, las transexuales.
Y si el miedo de decir que la víctima ejercía la prostitución y era africana es que entonces sea percibida como una de “las otras” y por tanto provoque menor empatía, indignación y movilización social, pues ahí nos encontramos con otro reto, hacer un periodismo que denuncie la existencia de ciudadanas de primera y de segunda categoría (y de personas a las que incluso se les niega la condición de ciudadanas). Que hable de la realidad de las mujeres en situación de exclusión social, pero no reduciéndolas a pobres víctimas, sino mostrándolas como sujetas de derechos. Un periodismo que, en vez de dedicarse a humanizar a los agresores, ponga cara y dé voz a las víctimas.
El Correo acaba de publicar que la mujer que está en coma se llama Ada y tiene 29 años. Sigue muy grave. Cuando las víctimas de violencia machista importen como han importado otro tipo de víctimas en nuestro país, cuando periódicos de referencia como El Correo se tomen en serio su papel en la construcción de una sociedad libre de sexismo, de la misma forma que se implicaron contra el terrorismo, tal vez el fin de de la violencia machista esté más cerca.