miércoles, 24 de agosto de 2011

Un hombre mata a su expareja de varias cuchilladas en Bilbao

Héctor llevaba semanas «vigilando los movimientos» de Deisy, que le había «denunciado por malos tratos» Madre de tres hijos, ella le dejó harta de sus «infidelidades» y de los «golpes» que le propinaba

«Ya no me quiere y la tengo que matar». Héctor Melecio Reyna llevaba tiempo avisando de sus intenciones a todo aquel que quisiese escucharle. Algunos vecinos no le daban demasiado crédito. Pensaban que sólo era la reacción de un hombre al que Deisy, su mujer, acababa de dejar, harta de sus «continuas infidelidades». A los que conocían mejor a la pareja, en cambio, aquellas amenazas les producían escalofríos porque sabían que tarde o temprano podrían convertirse en realidad. Y los hechos, desgraciadamente, les terminaron dando la razón.

Héctor, de 38 años, aprovechó ayer un momento en el que los tres hijos del matrimonio estaban fuera del domicilio familiar, situado en la céntrica calle Fernández del Campo, en Bilbao, para asesinar de varias puñaladas a Deisy Mendoza, de 36, a la que venía «vigilando desde hacía unas semanas». «Las autoridades no le pusieron protección a pesar de que ella ya le había denunciado por golpearla en otras ocasiones. Tenía una orden de alejamiento, pero ya ves para lo que ha servido», denunció Betty Freire, una amiga íntima de la víctima.

Originaria de la localidad ecuatoriana de Manta, la pareja se casó hace «casi 20 años». Llegaron a España buscando un «futuro mejor» y, tras una breve estancia en Madrid, se asentaron en Bilbao hace unos 8 años. Primero llegaron ellos y después, cuando consiguieron asentarse, consiguieron traer a sus hijos: Alejandra, Joan y Angie, de edades comprendidas entre los 17 y los 11 años. Conocido en la zona como 'Cara Quemada', Héctor trabajó en el sector de la construcción hasta hace unos meses, cuando cayó en el paro. Uno de los últimos trabajos que le recuerdan sus conocidos son unas obras en el mercado de La Ribera. Ella se ganaba la vida en el servicio doméstico y, además de pagar el alquiler del piso y los gastos de sus hijos, enviaba dinero puntualmente a su país para ayudar a sus padres.

Salía con «varias chicas»

Sus allegados aseguran que los problemas de la pareja empezaron hace años y que él la maltrataba con relativa frecuencia. También señalan que apenas salían juntos a ningún sitio y que Héctor «no tenía reparos» en dejarse ver en discotecas de la capital vizcaína con «distintas chicas». Una versión que corroboran clientes del restaurante Amazonas, donde el presunto asesino solía acudir a comer y a tomar alguna copa, a escasos metros del lugar del crimen. «Siempre quería llevar la voz de mando y no le importaba lo que ella pensase o que le pidiese que dejase de verse con mujeres», explican las mismas fuentes.

El comportamiento de Héctor empezó a cambiar hace unos seis meses, cuando Deisy se cansó y pidió el divorcio. Aquella decisión coincidió en el tiempo con una nueva agresión que llevó a la víctima a denunciarle ante la Policía. Según explican sus amigos, las autoridades decretaron una «orden de alejamiento» que el presunto asesino «incumplía» con frecuencia.

Héctor comenzó a «vigilar los movimientos» de su expareja. Según explica Asif, el responsable de un kebab cercano, durante las últimas semanas le veían como se «escondía en los bares», en las esquinas de las calle y hasta en un andamio cercano para ver a dónde se dirigía Deisy.

«Venía al bar y me decía que estaba solo porque su mujer le había echado de casa. Me decía también que era culpa suya y que iba a hacer una locura», añade Asif, que llegó a tener una fuerte discusión con Héctor porque no quería que se escondiese en su establecimiento. La explicación que le dio a Fernando en plena calle, hace apenas una semana, fue más explícita: «La voy a matar porque ya no me quiere. Yo no le presté mucha importancia porque estaba algo 'tomado' y apenas le conocía», relata este vecino.

Cuchillo jamonero

Finalmente, Héctor cumplió ayer sus peores amenazas. Sobre las cuatro de la tarde, aprovechó que sus hijos habían salido de casa para ir a «una parrillada» para volver al piso ubicado en el portal 16 de la calle Fernández del Campo. Allí encontró a Deisy. Tras una discusión, le asestó «seis o siete» puñaladas con un «cuchillo jamonero» en varias partes del cuerpo.

Un vecino escuchó los gritos de la víctima pidiendo auxilio y acudió en su ayuda. Logró arrebatarle el arma, pero no consiguió salvar la vida de Deisy, que quedó tendida en el rellano del tercer piso. Otra persona llamó al SOS-Deiak (112) y, poco después, se desplazaron hasta allí varias patrullas de la Ertzaintza y una ambulancia. Los agentes encontraron a Héctor allí mismo, junto al cuerpo de su exmujer, que falleció poco después. El presunto asesino fue detenido y después, según fuentes de la investigación, fue conducido a una unidad de siquiatría.


23.08.11 -elcorreodigital .DAVID S. OLABARRI dolabarri@elcorreo.com | BILBAO.


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