El Correo 22.06.11
El caso se empezó a investigar como un supuesto suicidio, pero testigos declaran que vieron cómo el sospechoso tiraba a la víctima, de 31 años
La Ertzaintza ha detenido a un individuo, de origen magrebí y que cuenta con antecedentes policiales, por su presunta implicación en la muerte de su novia, una chica de Bilbao de 31 años que falleció la semana pasada tras precipitarse desde un segundo piso en un edificio abandonado de Durango en el que ambos pernoctaban. El Departamento de Interior emitió anoche una nota de prensa en la que informaba que se había registrado una «detención preventiva» e indicaba que las investigaciones continúan abiertas para esclarecer los hechos, sin descartar aún ninguna hipótesis.
El suceso se produjo alrededor de las nueve de la noche del pasado jueves 16 de junio en la empresa Fundifés, en el barrio Tabira de Durango. Desde hace aproximadamente un mes, varias familias rumanas y esta pareja se habían instalado en la vieja fábrica, según han venido denunciando los vecinos de forma reiterada ante el Ayuntamiento vizcaíno.
La joven cayó desde la ventana de un segundo piso, donde se encontraban las oficinas de la antigua fundición. Sufrió graves lesiones y fue trasladada por sanitarios de una ambulancia hasta el hospital de Cruces, donde le sometieron a una intervención quirúrgica de urgencia e ingresó en la unidad de reanimación. La joven no pudo recuperarse y falleció al día siguiente. El compañero sentimental de la mujer declaró ante la Ertzaintza que su novia se había tirado y que en los últimos días «se encontraba mal porque le habían cambiado la medicación».
Sin embargo, agentes de la Ertzaintza tomaron declaración a otros testigos del incidente, algunos de los cuales pusieron en duda la versión del novio. Estas personas habrían afirmado que el individuo pudo tirar a la joven por la ventana, señalaron fuentes cercanas a la investigación. Con estos indicios, los ertzainas procedieron a la detención del sospechoso días después de la muerte de la chica. El arrestado fue puesto a disposición judicial ayer por la tarde, indicaron las mismas fuentes.
Tras el suceso, el Consistorio durangués afirmó que había comunicado a los dueños de la empresa, sus antiguos trabajadores, que varias personas habían 'ocupado' la propiedad. La Policía Municipal ha realizado varios informes, pero al tratarse de un espacio privado no puede desalojar a los 'inquilinos'.
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