viernes, 11 de octubre de 2013

Aprovechemos la oportunidad de divertirnos

Decir que la mayoría de las personas vivimos demasiado estresadas no nos descubre nada. Pero de lo que quizás apenas nos percatamos es de los destructivos efectos que un permanente estado de tensión ejerce sobre nuestro estado de salud físico, psíquico y emocional.
Empiezan las fiestas de Durango. Son una excusa para pasarlo bien y liberar tensiones, aunque no faltan quienes las convierten en pretexto de inicuas intenciones y practican con total naturalidad (y bastante impunidad) el acoso y la agresión sexual. Afortunadamente, este tipo de personajes son una minoría.
Hay dos formas principales de vivir la fiesta: como protagonista o como espectador o espectadora. Protagonista quiere decir en este caso participar en las actividades y disfrutarlas intensamente.
Independientemente de la postura que prefiramos, podemos autoinducirnos un estado más implicativo o más distante, más alegre o neutro, a partir de sencillas operaciones mentales, pero en esto hay que ejercitarse. Lo más rápido y eficaz es dejarnos de contemplaciones por unos días y tirarnos a la piscina de la diversión. Despreocupadamente, como en la infancia. Aprovechemos, pues, a tope, que los próximos ‘Sanfaustos’ tardarán un año en llegar.
Dentro del conjunto de nuestras múltiples obligaciones, la de divertirse (también es un imperativo de salud, sobre todo, mental) suele relegarse al último lugar por detrás del trabajo, la familia o la participación social. Las mujeres acostumbramos más a hacerlo, educadas como estamos para vivir siempre pendientes de las necesidades de los demás.
Cuando pretendemos mejoras en nuestra vida, un pequeño cambio en cualquier parcela suele ejercer un efecto positivo en todo el conjunto. Gocemos de las fiestas tanto como podamos y todo nuestro ser saldrá fortalecido y enriquecido.

11 de octubre de 2013
Mertxe Arratribel 
www.Durangon.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario