Las presiones fuerzan al rey Abdalá a anular la sentencia que castigaba con diez latigazos a una joven que infringió la prohibición de ponerse al volante
Las críticas y las acusaciones de hipocresía que desde el martes habían llovido sobre Arabia Saudí forzaron ayer al rey Abdalá bin Abdelaziz a indultar a la joven Shayma Jastaniah, condenada a recibir diez latigazos por haber conducido un automóvil en la ciudad de Yeda. Ponerse al volante de un coche es una de las muchas actividades prohibidas a las mujeres saudíes.
La decisión del monarca, aún pendiente de confirmación oficial, fue anunciada anoche a través de las redes sociales por la princesa Amira Tawil, esposa del príncipe Al Walid bin Talal, informó Efe.
Paradójicamente, la condena de Jastaniah, que posee un carnet de conducir internacional, se produjo dos días después de que el rey Abdalá anunciase que las mujeres podrán presentarse y votar por primera vez en las elecciones municipales. No en las que celebra hoy el país, sino en las de 2015. El monarca integrista también prometió incluir a las mujeres en el Consejo de la Shura a partir del próximo mandato, que empezará en el año 2013.
Otras dos saudíes están a la espera de juicio por violar la prohibición
La condena de Jastaniah había desatado una ola de protestas en internet. En el Twitter de Women2Drive (nombre de una campaña para acabar con la prohibición de conducir a las saudíes) podía leerse, entre numerosos mensajes de apoyo: "Vivimos en el reino de las contradicciones". Según Zaki Safar, un activista que apoya la campaña, la detención de Jastaniah y de otras dos mujeres que están llamadas a declarar en Yeda por el mismo motivo, podría ser una reacción a las presiones de grupos ultraconservadores que se oponen a la decisión del rey de permitir el voto femenino.
"En estado de shock"
Antes de que se conociera su indulto, Shayma Jastaniah rompió ayer su silencio: "Estoy en estado de shock. Ya no puedo ni razonar, después de todo lo que he tenido que pasar. Sólo sé que voy a recurrir la sentencia". La joven saudí aseguró, en declaraciones a Arab News, que sólo ha conducido una vez y que fue antes de la detención en mayo de la activista Manal al Sharif, líder de la campaña Women2Drive.
El voto femenino desata la ira de los ultraconservadores de Arabia Saudí
Animadas por las revueltas de la Primavera Árabe, un grupo de mujeres saudíes lideradas por Al Sharif impulsaron en mayo esta campaña para acabar con la prohibición de conducir. El colectivo volvió a desafiar al régimen en junio al animar a las mujeres a tomar el volante durante un día concreto.
Desde entonces, algunas mujeres han informado a través de internet de que han logrado conducir en la capital, Riad, y en otras ciudades saudíes; mientras que otras han sido detenidas un par de horas por la Policía, que las ha liberado después de que firmaran un compromiso de no volver a hacerlo.
La legislación saudí no prohíbe conducir a las mujeres, pero establece que sólo pueden hacerlo aquellos ciudadanos que posean una licencia nacional. Las mujeres no pueden solicitar esas licencias, por lo que es ilegal que se pongan al volante. "No es una cuestión moral o de costumbres que requiera un castigo. Según este veredicto [el de Jastaniah], cualquier mujer que conduzca recibirá latigazos o puede ser encarcelada. ¿Cómo puede una mujer votar pero no conducir?", había denunciado Adnan Al-Saleh, el abogado de la saudí detenida.
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